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Trabajo de Graduación: Proyecto

Licenciatura en Artes Plásticas

Orientación en Grabado y Arte Impreso

 

Título: 

Desmaterializar el relato

Tema:

Las posibilidades del libro álbum proyectado

Alumna: Romero, Ana Quimey

Profesora Titular: Lic. Guillermina Valent

 

Resumen

Este proyecto de trabajo de graduación se propone indagar en las posibilidades que ofrece el libro álbum ilustrado, proyectado y animado. Se parte de la consideración de que en el libro álbum la ilustración adquiere funciones narrativas autónomas e independientes de un texto que demuestra o explica lo que se construye ficcionalmente con imágenes. Se plantea la realización de una producción plástica que redimensiona la dinámica objetual y estructural del libro convencional. Operando como reconfiguración del dispositivo libro, se pretende acercar a lx espectadorx una experiencia visual interactiva que consiste en la producción plástica de un libro a partir de la proyección de imágenes animadas compuestas a modo de secuencia.

Fundamentación

Esta propuesta se enmarca preliminarmente en dos cuestiones: por un lado, pensar en las características conceptuales y físicas que definen al libro tradicional como objeto, y por otro aproximarse a la noción de libro álbum ilustrado. Entendiendo que la ilustración se inserta en el mundo literario no de manera accesoria, sino como parte constituyente de la construcción ficcional que suponen las prácticas artísticas. En esta línea, se pretende en este proyecto redimensionar algunos aspectos del formato libro ilustrado impreso.

Si bien imagen y texto se vinculan de formas distintas dentro del abanico de posibilidades que abren los libros ilustrados, el presente proyecto propone una resignificación del objeto y un desplazamiento hacia los soportes digitales. Acercando otro tipo de materialidad dado que “…aún no se ha dicho todo sobre la relación entre imagen y texto, aún queda mucho por experimentar y por probar en términos visuales, aún se pueden tomar prestadas tecnologías visuales y estéticas provenientes de otros formatos visuales.” (Sardi, 2013, p. 2).

Introducción

Como punto de partida, cabe preguntarnos ¿qué hace que un libro sea considerado como tal? Desde lo material, como las tapas y las hojas, hasta lo más abstracto, como el lenguaje, el hilo narrativo; también el acto en sí mismo de recorrerlo, atravesarlo, leerlo, mirarlo, tocarlo. Es decir, la puesta en escena de una acción performativa. También sabemos que hay un lector y algo que debe ser “leído”[1], interpretado, accionado. A partir de estas características básicas, se puede avanzar ahora hacia otras preguntas que derivan de la relación libro-ilustración: ¿Qué es un libro ilustrado? ¿Cómo se compone? ¿A quiénes está dirigido? ¿Cuáles son las herramientas gráficas y/o visuales que utiliza el libro álbum para el desarrollo de un relato? ¿Qué tipo de estructura narrativa poseen estos relatos y por qué se diferencian de otros tipos de relatos? Para desglosar estas preguntas, podemos pensar primeramente qué lugar le cabe a la ilustración como constructora de sentido y cómo se entrama con otro elemento: el texto. En este sentido, Lobato (2007) afirma que en los libros ilustrados “…texto e imagen se alían en simbiosis expresiva de manera que la ilustración añade significado a la historia aportando elementos importantes a nivel cultural que no aparecen en lo escrito”. Esta noción aparta al libro ilustrado del lugar común en el que generalmente se lo sitúa: un lugar funcional, donde la imagen ilustra literalmente lo que acontece y consecuentemente redunda lo expresado verbalmente. De esta forma, el trabajo de lx ilustradorx consiste en establecer diferentes vínculos entre aquello que se narra verbalmente (por el mismo ilustradorx o por unx escritorx) y aquellos nuevos significados potencialmente enriquecedores que provee el discurso visual. En relación con la naturaleza de estos vínculos entre texto-imagen, Rabasa y Ramírez (2013) ofrecen una diferenciación entre algunos tipos de interacción:

Ese posicionamiento de la ilustración es diverso en relación con el tipo de vínculo que entable con el lenguaje verbal. Silva Díaz (2005: 41) -recogiendo el análisis de Nikolajeva y Scott- plantea relaciones de simetría: si texto e ilustraciones dicen lo mismo; de realce: si las ilustraciones amplían lo que dicen las palabras, o las palabras expanden la ilustración y se produce una dinámica más compleja entre los dos códigos; de complementariedad: cuando el realce es muy significativo; de contrapunteo: las imágenes y las palabras colaboran para crear sentidos que van mucho más allá del alcance de cada una de ellas; de contradicción: es un caso extremo de contrapunteo, en el que las palabras y las ilustraciones parecen estar en oposición unas con otras. Esta ambigüedad desafía al lector para establecer una verdadera comprensión. Por lo tanto, atender a las formas en que dialogan los lenguajes permite ver cómo se generan significaciones. (p. 3)

Retomando la cuestión acerca de los lugares comunes que recaen sobre los libros ilustrados, también podemos hablar de una relación que se presenta como preestablecida en cuanto al público al cual se dirigen. Este tipo de narrativas son identificadas generalmente con las infancias y las primeras etapas de la vida humana. Acerca de esto, Salisbury y Styles (2012) dicen lo siguiente:

Por supuesto, la expresión "libro ilustrado" suele ir acompañada por la palabra "infantil". Pero, una vez más, esta suposición sobre la forma está siendo cuestionada. Tradicionalmente, se ha considerado como un peldaño hacia las nociones aceptadas de alfabetización para niños de tres a siete años. No cabe duda de que ésta es una función importante del álbum ilustrado. Sin embargo, a medida que su público y su alcance se amplíen, y veamos que el arte de la creación de álbumes ilustrados se cruza cada vez más con el libro de artista, tal vez comience a surgir una nueva comprensión de esta forma de arte híbrida. (p. 7)[2]

Esta presuposición deriva también de cierta idea sobre el trabajo de lxs ilustradorxs, dado que se vuelve nuevamente a una concepción funcional y reducida de la ilustración, minimizándola. Es por ello que reconocer la complejidad que ofrece la imagen en el relato es vital para entender el papel de la ilustración en la apertura de múltiples posibilidades e interpretaciones. A propósito de esto, Sardi (2013) alega que “…se trata de un género que apuesta a la experimentación y a la hibridación de registros estéticos que interpelan al lector de manera desafiante y lo colocan en un rol activo en la tarea de leer e interpretar” (p.1)

 Texto, imagen y soporte

A propósito de lo dicho anteriormente, es de vital importancia retomar la cuestión de la  hibridación de lenguajes y formatos. Para introducir la temática principal del proyecto, y teniendo en cuenta algunas nociones generales acerca de las relaciones entre los distintos elementos de los libros ilustrados y libros álbum, pondremos el eje principalmente en la relación imagen-soporte. En este tipo de libros, es fundamental la colaboración y el accionar de unx espectadorx, dado que de esta manera la obra se activa. Para ejemplificar, tomaré dos libros álbum: “Abstract Alphabet: A Book of Animals” de Paul Cox (Imagen 1) e “Illegible book” de Bruno Munari (Imagen 2). Ambos libros tienen la particularidad de que no poseen una estructura narrativa convencional –comienzo, nudo, desenlace-, sino que el eje está puesto en la relación de lx lectorx con la percepción y exploración de lo que sucede al recorrerlos. En el primer caso, se trata de un libro que, a modo de referencia o de mapa, propone la relación entre una forma y una letra. Así, la idea del libro es armar nombres de animales a través de la letra que significa esa forma. En la imagen referencial, por ejemplo, se forma la palabra “cat”. Por otro lado, en el segundo caso, se trata de un libro que cuenta sólo con papeles de colores recortados de distintas formas, posibilitando diferentes composiciones a medida que se recorre el libro.

Podemos vislumbrar que en estos ejemplos lo que destaca es esta deconstrucción respecto del libro tradicional, prescindiendo del texto para comprender el relato, y entendiendo a la ilustración más allá de la representación. También, es destacable el papel del formato y la materialidad. Desde este punto, podemos empezar a discernir el valor de lo lúdico y de la acción performativa en el libro álbum, específicamente en aquellos que realzan la relación imagen-soporte.

Todos los libros son visuales. Incluso los libros que se basan exclusivamente en la tipografía, o en materiales inusuales, o los que sólo contienen hojas en blanco, tienen una presencia y un carácter visuales. Todos los libros son también táctiles y espaciales: su materialidad es fundamental para su significado. Del mismo modo, los elementos de materialidad visual y física participan en el efecto temporal de un libro: el peso del papel, las cubiertas, las guardas o los encartes, los desplegables o los recuadros contribuyen a la experiencia de un libro. Sin embargo, está claro que hay libros que maximizan su potencial visual aprovechando las imágenes, el color, los materiales fotográficos, la secuenciación, la yuxtaposición o las narraciones.[3] (Drucker, 1995 p.197)

Si la materialidad de un libro es fundamental para su significado, parafraseando a Drucker, ¿qué pasa cuando la búsqueda de la materialidad es que no exista tal materialidad? Quizás, abriendo la pregunta en pos de la inserción de nuevas materialidades “no físicas”, es decir, virtuales, las preguntas pueden correrse de eje. ¿Qué sucede con la dinámica objetual del libro cuando este se desmaterializa? ¿Cómo se constituye la relación entre forma y contenido en un libro proyectado? Estas preguntas funcionan como disparadores para este proyecto que se direcciona hacia una perspectiva acerca de las posibilidades que ofrece la tecnología para repensar tanto la práctica artística en un sentido general como el mundo de la literatura y los libros ilustrados en particular. 

Elige tu propia aventura[4]: el libro des-objetualizado y la materialidad digital

Hablar del libro des-objetualizado implica introducirnos en ciertas aclaraciones. Si bien el proyecto cuenta con una materialidad física, un soporte, el foco no está puesto en esta condición material particular, sino en lo que se ve reflejado en él. De esta forma, podemos hablar de una materialidad digital, dado que el dispositivo se compone a partir de esta doble materialidad. Entonces, ¿por qué hablar de una des-objetualización?

Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho acerca de las partes y las condiciones del formato libro, el objetivo del libro proyectado es principalmente ofrecer nuevas estrategias para la interactividad. El libro ilustrado proyectado y animado redimensiona características propias del género, tales como lo lúdico y lo performativo. Ambas facetas se ven involucradas en el proyecto al pensar al público como co-creador de la obra, siendo indispensable su participación en la constitución de distintos relatos a partir del recorrido de un mismo dispositivo. Para lograr esta participación, las estrategias propuestas rondan sobre respuestas visuales semi-inmediatas, es decir, teniendo en cuenta que el dispositivo no cuenta con memoria táctil, sino que el accionar del público se producirá mediante determinadas sugerencias/avisos.

Modos de realización

El proyecto constará del registro audiovisual de una producción plástica. Esta estará basada en la visualización de imágenes (ilustraciones) sobre un libro de hojas blancas a partir de la proyección de un mapping que se adecue a las dimensiones del soporte. La instalación buscará producir un efecto similar al que ofrecen las instalaciones interactivas a través de pantallas sensibles al tacto, pero de manera “analógica”. El foco estará puesto en el carácter cinético de las formas, atendiendo a un hilo narrativo que las vincule. Para ello, el soporte donde se desarrollará la proyección será de 420x297mm, dimensiones que permiten una visualización óptima. Este soporte físico contará con tapas duras y cinco dobles páginas principales, de las cuales derivarán otras diez. Las visuales proyectadas serán animaciones realizadas de manera digital, combinando la ilustración figurativa y abstracta, que se presentarán en varias sucesiones programadas; a su vez, la configuración de estas imágenes emulará el formato libro-álbum, utilizando y resignificando algunos de sus recursos. Estas imágenes serán alterables, es decir, cambiarán con la acción del público, que podrá recorrer las páginas siguiendo una serie de interacciones guiadas, explicitadas a partir de las mismas ilustraciones. En este sentido, a medida que se desarrolle el hilo narrativo principal (es decir, el que se desarrolla de manera contínua sin ejercer cambios en la trama), se podrán ir desplegando distintos relatos solapados dependiendo del accionar de quién esté ejecutando y reproduciendo el libro. De esta forma, de cada doble página se desplegarán dos posibles continuaciones que completen la historia de otra manera, que a su vez se conectará a otra parte del relato. Para comprender de forma más integral el funcionamiento, podemos apelar al concepto de hipertexto; este proyecto se puede entender como un hipertexto visual.

 

Referencias bibliográficas

Drucker, Johanna (1995). The Century of Artists Books. Granary Books. Nueva York, Estados Unidos.

Lobato Suero, M. J. (2019). El valor de la ilustración en álbumes para una educación en la no violencia. EA, Escuela Abierta, 10(1), 129–159. Recuperado a partir de https://ea.ceuandalucia.es/index.php/EA/article/view/103

 

Rabasa, M.; Ramírez, M. M. (2013) Tramas y trampas de un género que sigue construyéndose: El libro-álbum [en línea]. V Jornadas de Poéticas de la Literatura Argentina para Niños, 13 y 14 de septiembre de 2013, La Plata, Argentina. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.2736/ev.2736.pdf

 

Salisbury, Martin, Styles, Morag (2012). “Children’s Picturebooks. The art of visual storytelling”. Laurence King Publishing. Londres. Reino Unido.

 

Sardi, Valeria (2013). “Estéticas para la infancia. El libro álbum como género de ruptura”. Instituto de Historia del Arte Argentino y americano. Facultad de Bellas Artes. Universidad Nacional de La Plata. Boletín de Arte. Año 13 N° 13.

 

Referencias de obras

Cox, Paul. (2001) “Abstract Alphabet: A Book of Animals” Chronicle Books, Estados Unidos. Recuperado de https://www.penccil.com/gallery.php?p=491479302374#

Munari, Bruno (1950). “Illegible book”. Corraini Edizioni, Italia. Recuperado de: http://www.proyectosilustrados.es/bruno-munari-el-libro-como-ejercicio-creativo/

 

[1] Las comillas refieren a la polisemia del concepto. En este caso, puede tratarse de leer un texto y/o una imagen.

[2] Texto original: “Of course, the word ‘picturebook’ is usually preceded by the word ‘children’s’. But once again, this assumption about the form is being challenged. Traditionally, it has been regarded as a stepping stone to accepted notions of literacy for threeto seven-year-olds. There is no doubt that this is indeed one important role of the picturebook. However, as its audience and its reach widen, and we see the art of picturebook-making increasingly crossing over with the book arts, a new understanding of this hybrid art form will perhaps begin to emerge.” (Salisbury, Styles, 2012, p. 7)

[3] Texto original: “All books are visual. Even books which rely exclusively on type, or on unusual materials, or those which contain only blank sheets have a visual presence and character. All books are tactile and spatial as well - their physicality Is fundamental to their meaning. Similarly, the elements of visual and physical materiality participate in a book's temporal effect - the weight of paper, covers, endpapers or insets, fold-outs or enclosures all contribute to the experience of a book. However, it is clear that.there are books which maximize their visual potential by taking advantage of images, color, photographic materials, sequencing, juxtaposition or narratives.”

[4] En referencia a la serie de libros “Choose your Own Adventure”, en donde se invita al lector a decidir y actuar sobre la historia narrada, y así cambiar el transcurso de la misma para obtener distintos resultados.

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